Ya se ha hablado en muchas ocaciones, sobre la incapacidad del Arquitecto de renunciar a su ego, sobre la tácita timidez de la humildad de estos siniestros pero simpáticos personajes. Pero ¿cómo se le puede pedir a estos increibles seres que no tengan ego, cuando son capaces de ordenar hasta el mismísimo caos por medio de una o a lo sumo dos operaciones matemáticas y unos cuantos trazos al aire?
No obstante, la magnanimidad de estos mitológicos seres está en peligro, ya que algunos de sus más (menos) notorios líderes (jajaja) se les está saliendo de las manos el conocimiento, poder entregado solamente a ellos por un único dios para ser protegido de la chusma humana, pero que sirve a ella.
Este poder, ordenado por la sintáxis, escalado por la epistemología, dignificado por la semiótica, nutrido por la leche de las vacas de dios y desarrollado para el bien de la humanidad por los arquitectos, no es más que una falacia medieval cuando el ego manda sobre el. Es tan peligroso como una semilla de ajonjolí cuando estos nefastos líderes (jajaja Ja) en apariencia geniales, pero en el fondo más que incompetentes, lo utilizan como sustento para su ego, cuando es bien sabido, que la única manera en que el ego es justificado, es cuando éste sustenta el conocimiento y no al revéz.
Esto, no es más que una súplica al dios de la internet, para que permita que todos podamos disfrutar de juegos de calidad online, para así no obtener conocimiento y no ser arquitectos como esos que mencioné apenas unas palabras atrás.
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